Las enfermedades crónicas no trasmisibles crecen en todo el mundo. En particular la Diabetes es considerada actualmente una pandemia. Se estima que hoy en día existen 463 millones de personas con Diabetes y se prevé que aumente en los próximos años.

Los trastornos mentales se asocian con las enfermedades crónicas no trasmisibles, situación que empeora el pronóstico de las mismas y aumenta los costos del tratamiento.

Las personas con trastornos mentales viven menos que aquellas sin trastornos mentales, y las enfermedades no trasmisibles son la razón principal de muerte. La depresión es la forma más frecuente de trastorno mental y se considera que actualmente 350 millones de personas la padecen a nivel mundial.

Vínculo entre Diabetes y depresión

La asociación entre depresión y Diabetes se conoce desde el siglo XVII, Willis escribió que las personas que experimentan «estrés vital significativo y tristeza en forma permanente», tienen más posibilidades de sufrir Diabetes. La comorbilidad empeora el pronóstico de ambas enfermedades y aumenta su mortalidad. Hoy conocemos que existe una relacion bidireccional entre Diabetes y depresión.

La Diabetes es una enfermedad de tratamiento complejo, que implica asumir una dieta, ejercicio y uso de fármacos. La depresión conduce a peor autocuidado, con falta de adherencia a los pilares básicos de tratamiento, lo que determina un pobre control metabólico. Si esto se mantiene en el tiempo, aumenta el riesgo de complicaciones macro y microvasculares.

Sabemos que la depresión en pacientes diabéticos es el doble que en la población general.

El elemento distintivo de los trastornos depresivos es la presencia de anhedonia que se caracteriza por la falta de disfrute y compromiso frente a las actividades diarias, que junto a la pérdida de apetito y fatiga, sueño interrumpido, tristeza, por un período mayor a 2 semanas nos lleva a plantear depresión.

Duración de la Diabetes y su relación con la depresión.

Hoy sabemos que los síntomas de depresión se vinculan a la duración de la Diabetes, y si lo graficamos se asimila a una curva en forma de J, es decir, hay un aumento de síntomas depresivos frente al diagnóstico de Diabetes, posteriormente y durante años estos síntomas disminuyen y finalmente se observa un aumento de la depresión, vinculado a la aparición de complicaciones micro y macrovasculares.

¿Cómo y cuándo debemos diagnosticar depresión?

El diagnóstico de depresión se hace por especialista, luego de una entrevista estructurada, lo cual lleva tiempo y no es posible realizarla a todos los pacientes. Por lo tanto el escrening de depresión aconsejado por la ADA y otra sociedades científicas se lleva a cabo por distintos cuestionarios de detección por autoinforme y debe realizarse a toda la población diabética desde el inicio.

Los más utilizados son el inventario de depresion de Beck, el cuestionario de salud del paciente (PHQ)-9, y el índice de bienestar de la OMS. Si estos cuestionarios evidencian elementos de depresión, el diagnóstico definitivo debera ser confirmado por especialista a través de una entrevista estructurada.

¿A quiénes tratar?

La información que tenemos es que en los países desarrollados más del 90 % de las personas con Diabetes reciben tratamiento regular, sin embargo solo la mitad de las personas con trastornos mentales reciben la atencion adecuada.

Un estudio realizado recientemente en la Unidad Docente Asistencial de Diabetes del Hospital Pasteur en pacientes con Diabetes Tipo 2, mostró que un 47 % de la población tenía sintomas de depresión, pero solo el 18 % tenía diagnóstico previo de depresión y por lo tanto estaba bajo tratamiento.

El tratamiento de la depresión puede ser por intervenciones psicoterapéuticas, donde se ha visto que mejoran los síntomas depresivos y existe también un efecto moderado sobre el control glucémico.

También puede realizarse tratamiento  psicofarmacológico, con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), antidepresivos tricíclicos y bupropión que tienen efecto moderado sobre los trastornos depresivos pero escaso efecto sobre el control glucémico.

Todos los casos  con  diagnóstico de depresión  deben recibir algun tipo de tratamiento y seguimiento. Será muy dificil el manejo de las personas con Diabetes si no abordamos los trastornos mentales.

La noción que el tratamiento de la depresión debe realizarse simultaneamente con el tratamiento de la Diabetes (con hincapié en cambios de estilo de vida), está ganado aceptación general y se espera que lleve a cambios en la organización del sistema de salud.