La Enfermedad Hepática Grasa No Alcohólica (EHGNA), se define por la acumulación de grasa en las células hepáticas en más del 5 % de los hepatocitos, de causa metabólica. Para su diagnóstico es necesario descartar otras causas de enfermedad hepática tales como: consumo de alcohol mayor a 30 g/día, hepatitis, fármacos, etc. Es la causa más frecuente de enfermedad hepática, presente entre el 20-30 % de la población general, cifra que aumenta entre un 50-80 % en individuos con Obesidad y/ o Diabetes, ambas enfermedades en creciente aumento, vinculadas a cambios en el estilo de vida. El hígado graso no alcohólico, es la etapa inicial potencialmente reversible que raramente y sin tratamiento puede evolucionar entre un 4 a 20 % a formas más graves cómo: Esteatohepatitis, cirrosis y carcinoma hepato celular, esta evolución desfavorable se relaciona con aumento de la acumulación de grasa, inflamación , lesión celular , distintos grados de fibrosis (esteatohepatitis), la fibrosis puede remplazar a las células del hígado y por lo tanto no puede cumplir su función , etapa final de cirrosis donde el único tratamiento es el trasplante hepático. Existe una fuerte asociación entre hígado graso no alcohólico, obesidad abdominal y otras anormalidades constituyentes del síndrome metabólico el 85% de pacientes portadores de EHGNA tienen al menos un elemento de síndrome metabólico y 1/3 tienen todos los elementos todo lo cual obliga a considerarlo parte del mismo, siendo considerado el hígado graso la manifestación hepática de este síndrome.
¿Qué es el síndrome metabólico?
Es el conjunto de factores de riesgo de que incrementan el riesgo de padecer Enfermedad cardiovascular, Diabetes 2, y otros problemas de salud, estos factores están asociados a resistencia a la acción de la insulina, pueden aparecer en forma simultanea o secuencial en un mismo individuo y son la consecuencia de factores genéticos y ambientales vinculados a un estilo de vida inapropiado. Constituye el principal problema de salud del siglo XXI. Los trastornos que lo constituyen incluyen: Obesidad s/t abdominal, diagnosticada según el perímetro abdominal con cifras mayores de 94 cm en hombres y 88 cm en mujeres, PreDiabetes o Diabetes, alteraciones de lípidos: Triglicéridos con cifras mayores o iguales a 150 (o en tratamiento específico), Colesterol HDL con valores menores a 40 en hombres y 50 en mujeres. En la Hipertensión, cifras de Presión arterial iguales o mayores de 130/85 o en tratamiento antihipertensivo. La presencia de Obesidad abdominal y por lo menos 2 elementos constituyentes del síndrome metabólico, alcanzan para diagnóstico.
La obesidad abdominal representa en forma indirecta el aumento de grasa visceral, la fuerte asociación con resistencia a la insulina, es indicativa que la obesidad abdominal sería el factor de riesgo más importante, desencadenante de las otras alteraciones del síndrome, ya que la misma determina resistencia a la acción de la insulina, (hormona que permite el consumo de glucosa por las células), por lo cual se altera el metabolismo de glúcidos, lípidos, generando factores que favorecen: la inflamación, trombosis, disfunción arterial, acumulación de grasa en hígado y arterias.
Las alteraciones del síndrome metabólico tienen en común la insulino resistencia con hiperinsulinismo compensador, antesala de la Diabetes 2. Todas estas alteraciones directa o indirectamente favorecen el desarrollo y progresión de la Ateroesclerosis, enfermedad de las arterias, caracterizada por formación de placas de ateroma que las engruesa y reduce el flujo de sangre con distintos grados de obstrucción pudiendo originar diversas enfermedades según la arteria comprometida: enfermedades cardíacas, infarto al corazón, accidente cerebrovascular, problemas en circulación de piernas, insuficiencia renal, etc.
Hígado graso: marcador de riesgo cardiovascular.
La relación existente entre hígado graso y factores de riego constituyentes del síndrome metabólico explica el desarrollo y progresión de enfermedad cardiovascular, en pacientes portadores de EHGNA no solo por su asociación a los factores de riesgo, si no que investigaciones han demostrado que el EHGNA en su fase inflamatoria, genera moléculas favorecedoras de enfermedad ateroesclerótica y así contribuir a la enfermedad cardiovascular. La EHGNA es un indicador precoz de otras enfermedades debe sospecharse, en personas con elementos del síndrome metabólico ,diabéticos, obesos Por lo tanto es esencial en estos pacientes evaluar y estudiar la presencia de enfermedades asociadas: Diabetes o PreDiabetes, Hipertensión arterial, alteración de Lípidos, Enfermedad cardiovascular, Insuficiencia renal crónica, para poder realizar un correcto control y tratamiento. La principales causa de muerte en pacientes con EHGNA son el infarto agudo de miocardio y el accidente cerebrovascular.
Tratamiento.
Es fundamental el control y tratamiento de las enfermedades que se asocian habitualmente con esta afección, como la Diabetes, PreDiabetes, obesidad, alteración de lípidos, hipertensión, hiperuricemia, enfermedades cardiovasculares. No existe ningún fármaco específico capaz de revertir la enfermedad por EHGNA. La reducción gradual de peso por lo menos de un 7 % si hay sobrepeso u obesidad, podría favorecer la disminución de grasa en el hígadoS, por lo tanto las recomendaciones más importante son mantener una alimentación saludable, realizar actividad física habitual además hay que evitar el consumo de alcohol o medicamentos qué puedan afectar el hígado.
El plan de alimentación es un pilar fundamental del tratamiento, se aconseja consumir cantidades adecuadas de calorías y de hidratos de carbono, es importante limitar el consumo de azúcares, dulces, evitando alimentos procesados, bebidas con añadido de fructosa, que aumentan la glucosa en sangre, hay que tener cuidado con las grasas saturadas, dado que su consumo aumenta el colesterol asociado a mayor riesgo cardiovascular por eso hay que disminuir su consumo, las grasas saturadas se encuentran por ejemplo productos lácteos, carnes rojas grasas, presentes en alimentos procesados en cambio las grasas mono insaturadas(aceite de oliva , maní nueces, aceitunas) y las grasas polinsaturadas (aceites de maíz, soja y girasol,), son beneficiosas ya que ayudan a disminuir el colesterol total, se recomienda también el consumo de ácidos grasos omega 3 como pescado graso, nueces y semillas. La dieta tiene que ser rica en fibras (frutas, verduras, legumbres, avena), las fibras contribuyen a mejorar el control de la glucemia, reduce el nivel de lípidos en sangre y mejora la sensibilidad a la insulina. Es necesario un aporte adecuado de proteínas, nutriente esencial. Una dieta saludable debe tener bajo contenido de sodio para el control de la presión arterial.
Realizar actividad física regular, tiene múltiples beneficios, disminuye los niveles de glucosa en sangre ya que cuando el músculo está en movimiento, la glucosa se utiliza más fácil, se necesita menos insulina para introducir la glucosa a las células del cuerpo, mejorando así la resistencia a la insulina, y por lo tanto contribuye a disminuir la acumulación de grasa en el hígado. Mejora la salud cardiovascular y general, disminuye el nivel de triglicéridos aumenta el colesterol bueno o Hdl, mejora el control de la presión y la calidad de vida.
La actividad física es beneficiosa si se practica con regularidad, el tipo de ejercicio indicado depende de: la edad, estado físico y la motivación o interés personal. Cualquier tipo de actividad física es beneficiosa es preferible el ejercicio aeróbico, diario (150—200 min por semana). Puede ser suficiente una caminata diaria a paso ligero de 30 minutos diarios.
Si existe Diabetes o preDiabetes se debe considerar uso de fármacos que mejoren la resistencia a la insulina cómo la Metformina, en caso de obesidad mórbida, sin respuesta a las medidas establecidas, hay que evaluar la cirugía bariátrica. Se utilizaran de ser necesario los medicamentos para reducir lípidos y así contribuir a disminuir la grasa hepática
Dado que no existe un tratamiento específico para tratar la EHGNA, sabiendo que la mala alimentación y el sedentarismo desempeñan un papel determinante hay que insistir en mantener un estilo de vida saludable a lo largo de la vida. Por último enfatizar que el mejor tratamiento es la prevención.